7 Pecados Capitales del Aire Comprimido

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Cuando se diseña una instalación de aire comprimido, la tentación estará a su alrededor. Quiere lo mejor, para lo cual debe instalar un sistema que se adapte a sus necesidades y no a sus deseos. Centrándose en las necesidades de su instalación y evitando estos siete pecados capitales le ayudaré a no arrepentirse cuando llegue su factura de electricidad.

1. Lujuria: No codiciarás un compresor de frecuencia variable. Muchas empresas ofrecen descuentos en sus compresores con variador de frecuencia, pero no son siempre son la mejor solución. Los comerciales a menudo hacen afirmaciones de gran ahorro, pero si su compresor va a funcionar a plena carga más del 75% de las veces, los ahorros son muy limitados. Tenga en cuenta que son más caros y tienen pérdidas de accionamiento que deben tenerse en cuenta. Si usted tiene un equipo en la que la carga varía entre el 40-80% de la capacidad del compresor, si es recomendable un compresor con variador de frecuencia. Haga sus cálculos antes de comprar uno para asegurarse de que su instalación se beneficiará del uso de esta tecnología.

2. Gula: No sea un glotón con el tratamiento de aire. Suena genial: “el aire seco”. Pero no es bueno en exceso. Y la exageración es cara. Esto es especialmente cierto para las grandes instalaciones de aire comprimido que suministran a múltiples procesos. Eche un vistazo a su instalación y determine el nivel de punto de rocío de cada sector. Si usted necesita un secador de adsorción en sólo una parte de su instalación, entonces dimensiónelo por sólo esa parte. Usted no sólo ahorrará comprando equipos de menor capacidad, sino también en la caída de presión, pérdida de aire y energía.

3. Avaricia: no sea codicioso de aire y sobredimensione la instalación. Más grande no es siempre mejor. Un sobredimensionamiento significa que usted está pagando más energía de la que usted necesita. En algunos casos, si el compresor es demasiado grande para la demanda, no puede llegar a la temperatura, haciendo un exceso de condensado. El ciclo de la máquina es corto y se apaga, lo que supone un desgaste innecesario y desgaste de los motores, válvulas y juntas. Calcule la cantidad de aire que necesita para su instalación y seleccione un compresor adecuado para ese consumo. Y, si al realizar este cálculo la carga varía ampliamente, considere la instalación de un compresor con variador de frecuencia.

4. Pereza: No seas perezoso y atiende a las fugas. Las fugas se producen y se vuelven a producir y deben ser supervisados y reparados continuamente. El Departamento de Energía de Estados Unidos estima que hasta la mitad de todo el aire comprimido se desperdicia, 25% es pérdida por fugas. He visto las pérdidas anuales de fugas van desde 2.500 € para sistemas más pequeños y hasta más de 500.000 € para los más grandes. Compruebe si hay fugas y repárelas una vez que las encuentra. Llenará de dinero su cuenta de resultados cada vez que lo haga.

5. Ira: Cuidado con la ira de los compresores mal controlados. Si usted nota los picos de presión, las interrupciones en el suministro de aire, o compresores en stand-by, eso significa que los compresores deben ser controlados con un controlador del sistema principal. Un maestro controlador monitorea la demanda del sistema y selecciona la combinación correcta de sus compresores para satisfacer de la manera más eficiente posible. No les deje a su suerte. Mantenga bajo control.

6. Envidia: No tengas envidia de otras empresas con la más nueva tecnología, simplemente porque es nuevo. Elija lo que es mejor para su empresa. Algunas instalaciones están utilizando lo último en control remoto y la utilización de internet para el control. Seguro que es bueno para ellos. No deje que la última y mejor tecnología le distraiga de las necesidades de su sistema. Manténgase enfocado en lo que es adecuado para su instalación.

7. Orgullo: No sea tan vanidoso de su instalación. Esté atento a las controlar sus necesidades cambiantes. Usted ha realizado esfuerzo para instalar un sistema eficiente y en ese proceso ha ahorrado mucho dinero en costos de energía. No debe dormirse en los laureles. Una buena manera de estar al tanto de su sistema es haciendo una auditoría de aire comprimido anual. Esto le ayudará a ver las tendencias y reaccionar ante cualquier cambio que pudiera estar ocurriendo en su perfil de la demanda.

Fuente: “7 deadly sins of compressed air” by Wayne Perry

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Rocío Villaluenga

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